miércoles, 22 de septiembre de 2010

TURQUIA, vol.3 (ISTAMBUL y CAPADOCIA)

   Último día en Istambul, por lo que pensamos tomarlo con más tranquilidad. Aún así aprovechamos la mañana y nos dirigimos a visitar el palacio Dolmabahce, una residencia imperial de estilo neobarroca y neoclásica de corte completamente europea, que si bien es criticada por los seguidores del estilo otomano, nada parecido al palacio Topkapi, si bien merece una visita para contemplar las numerosas salas que con su estilo recargado trataban de sorprender y dar un idea del potencial turco a los diplomáticos extranjeros que la visitaban. Es digno de remarcar la gran sala de actos, la verdad, es que no gustó mucho.
   Caminamos de regreso cruzando el puente Gálata, donde podéis ver a la gente pescando (después puedes comer su captura en un delicioso bocadillo que venden), tomamos algunos dulces típicos y cogimos las mochilas para dirigirnos a la Otogar (estación de bus) y salir en viaje nocturno (20€ cada uno con la compañía Metro, la más famosa) hacia Göreme, epicentro de la Capadocia. Decir que los autobuses son una verdaera pasada, nada que ver con los de aquí, muy baratos y multitud que te conectan (a veces con "dolmus") con cualquier pequeño pueblo, siendo por esto que no es necesario alquilar un coche (algo caro teniendo en cuenta además que la gasolina también lo es) para disfrutar de casi cualquier rincón que deséis visitar.
   El miércoles día 25 llegamos a Göreme (dejadlo bien dicho a la hora de comprar los billetes, pq pueden daros para Nevsehir y os saldrá caro el traslado) muy temprano, menuda pasada de sitio. Un pueblecito en la mitad de una serie de valles que, consecuencia de las erupciones volcánicas y la erosión provocada sobre la lava solidificada, se encuentran salpicados por innumerables formaciones de roca similares a chimeneas de hadas. En ese instante, tomas conciencia de que te encuentras en un lugar único en el mundo y que el verdadero propósito de tu viaje a Turquía lo tienes frente a ti. No hay problema si no tenéis nada reservado, de hecho creo que es lo mejor que se puede hacer en un viaje así, pues nada más bajar del bus existe una pequeña oficina que te informará de la disponibilidad de los distintos hostels. Os recomiendo que cojáis uno en el que la habitación esté excavada en la misma roca, la experiencia es inolvidable.
   Después de comer y descansar fuimos a visitar el Museo al Aire Libre de Göreme (15 TL), no merece la pena (lo interesante son unos frescos que hay en dos capillas) si tenéis pensado andar por los distintos valles y hacer un tour para la ciudad subterránea y el valle de Ilhara. De verdad, lo maravilloso es dejarse perder mientras andas por las cercanías y hacer las distintas rutas, que no están marcadas, para visitar los valles. Cenamos en el "Fat Boy", restaurante de ambiente acogedor donde además de comer bien también puedes fumarte una pipa de sabor.


martes, 21 de septiembre de 2010

TURQUIA, vol.2 (ISTAMBUL)

   Aurora y yo llegamos a Istambul un día 21 de agosto de 2010, en el viaje directo con Turkish Airlines (unas 5 horas) no tuvimos problema alguno. Si llegas tarde al aeropuerto de Ataturk y el hotel está en el centro de la ciudad, Sultanahmet era nuestro caso, hay que tener muy claro lo que hacer con el transporte porque el último tranvía sale a las 24:00. Por supuesto que no hace falta coger un taxi, simplemente hay que dirigirse a la entrada del metro y coger dos fichas de viaje (cada una cuesta 1´5 LT), una para el metro que te dejará en la estación de Zeytinburnu donde haces transbordo, usando la otra ficha, para coger el tranvía (dirección Kabatas) y bajarte en la parada que más te convenga (nosotros paramos en Camberlitas porque nos quedamos en el hostel Istambul Paris Hostel, de los más baratos del centro, eso sí y lógicamente, lo mínimo para dormir). A partir de aquí, y si llevas la guía Lonely Planet viene detallado, el tranvía será tu forma de desplazarte rápidamente en Istambul.
   Al día siguiente lo dedicamos a visitar los monumentos más conocidos: la Mezquita Azul, deslumbrante por fuera, una arquitectura magnificiente si bien su interior era bastante austero; Santa Sofía, fue la que más nos gustó, el exterior estaba rehabilitándose pero el interior, con la mezcla de motivos religiosos musulmanes y cristianos (mosaicos especialmente), lo disfrutamos mucho. Las Cisternas, íncreíblemente bien cuidadas, no os las perdais.
   Por la tarde cogimos un ferry público (se utiliza una ficha de tranvía, se puede comprar un "akbil" que vas recargando. la mayor parte de los ferrys se cogen en el puerto de Eminonu, al lado del puente Gálata) dirección Uskudar, está en la parte de Asía, para visitar alguna que otra mezquita y ver un barrio típico de la parte obrera y no turística de la ciudad. Después cogimos otro para cruzar hasta Besiktas y darnos un pateo para llegar a la plaza Taksim, parte completamente europea, bajando por el boulevard Istiklad, lleno de tiendas y cafeterías donde se pueden disfrutar los deliciosos y superdulces dulces turcos. La cena, que la recomiendo encarecidamente (eso sí, os darán la brasa, teniendo en cuenta que un lado es para los restaurantes caros y el otro lado del puente para los más económicos, supongo que todos son parecidos al final), en el puente Gálata con vistas a un Istambul nocturno en el que sus mezquitas iluminadas junto al Cuerno de Oro puede hacer las delicias de una cena romántica como pocas.
   En el segundo día visitamos el palacio Topkapi, complejo que no me impresionó tanto como esperaba y en el que siempre hay una gran multitud de gente (además tienes que pagar para la entrada al palacio, al Haren, las audioguías,...excesivo para lo que es en mi opinión); por la tarde, de las mejores cosas que hicmos durante nuestra estancia en la ciudad y que también recomiendo a los que huyen del turismo, un paseo de unas dos horas por el Cuerno de Oro, se disfruta tranquilamente de la vista de distintos barrios junto al Bósforo, se ve a la gente paseando y tumbada en jardines,..., pudiendo terminar con una visita a la espectacular mezquita de Euyup, además, el regreso (también la ida) puede hacerse en un ferry público cuya primera parada está bastante escondida (detrás de un gran edificio y al lado de la parada de los buses públicos) en Eminonu, preguntad, el resto de paradas se encuentran en zig-zag a lo largo del Cuerno de Oro.
La cena fue en el famoso "Enjoyer", y la verdad, también merece la mena si quieres salir de los rutinarios y económicos kebaps.

domingo, 19 de septiembre de 2010

TURQUIA, vol.1

   Hola a todos los mochileros, compañeros de viajes con los que comparto ese sentimiento, a veces insaciable, de descubrir nuevos horizontes y vivencias que por un lapso de tiempo me permiten sentir vivo y alejado de lo cotidiano. Si bien no soy el primero, sí que para mí ésta es la primera vez en la que, a través del presente testimonio, sacio la necesidad de dejar constancia no sólo de los avatares del viaje sino también de mis impresiones personales.
                                                                     ANTECEDENTES
   ¿Por qué Turquía? Múltiples fueron las razones, la principal su carácter distinguido respecto a anteriores viajes a América o Europa, las ganas de conocer de cerca el mundo musulmán y todo lo que le rodea, además de por supuesto los paisajes naturales (había sido cautivado por fotos de la Capadocia) y su trascendencia histórica. También lo ecónomico del viaje, unos 300 € ida y vuelta con tres meses de antelación, y la idea de un país barato lo conviertieron en el destino preferido.
   Tenía claro que, de acuerdo con las fechas de que disponía, el mejor momento para visitarlo era finales de agosto y principios de septiembre, así podría evitar el grueso gordo de las visitas turísticas al ser temporada baja y, a la vez, disponer de un gran número de horas de luz diaria junto con unas temperaturas que me permitiesen disfrutar, simultáneamente, de rutas caminando en la Capadocia y baños en la costa sur. Y así ocurrió, no tuve nada de lluvia en las dos semanas y, salvo una sudadera para la Capadocia por la noche y el calor húmedo de la costa, las condiciones climatológicas fueron perfectas para cada actividad planeada.
    Eran dos semanas el tiempo de viaje disponible, suficientes para hacerse una leve idea del país y visitar la mayor parte de los rincones más publicitados, a saber, Istambul, la Capadocia y la costa sur y sureste. Quien disponga de mayor tiempo o elija un viaje que excepcione los sitios más concurridos y turísticos, deberá dirigirse al norte, este y sureste del país, siendo seguró que experimentará una Turquía muy diferente a la que yo viví marcada, especialmente, por el sabor oriental y lo auténtico de su sociedad.
   Respecto a los preparativos, seguro que no descubro nada nuevo, la mochila con la ropa justa y de poco peso (todo de verano con algún pantalón largo y sudadera, por si acaso impermeable también) y calzado cómodo (unas zapatillas o botas y sandalias para andar), botiquín de medicinas (para los problemas de estómago especialmente), seguro de viaje (el mejor que ví en Ocaso por 60€, más coberturas que en Mapfre), el doble de documentación con fotocopias siempre en sitios distintos por si se pierden o no funcionan (pasaporte, tarjetas bancarias, nº´s de contacto,...viene genial una riñonera por debajo de la camiseta). En cuanto al dinero, si lleváis efectivo (no es necesario mucho porque hay cajeros por todas partes y la comisión es equivalente a lo que se pierde en el cambio de divisa) cambiad lo indispensable para un día en el propio aeropuerto, el resto lo podéis cambiar en las casas cambio que existen (especialmente en ciudades grandes, en Istambul, al lado del Gran Bazar es la mejor).